ESTADO:
Pendiente.
PROBABILIDADES: posible, que no probable.
PRECIO:
49.90 €
DÓNDE LO VENDEN:
Ecoleccionista
Se trata de preciosas cartas manuscritas escritas entre los años 1804 y 1844, antes de la invención del sello en 1850, con destinos como Madrid, Barcelona, Ciudad Real, etc.
Antiguamente, cuando aún no se habían creado los sellos, las cartas llegaban a su destino a través de un mandatario oficial. Cuando la correspondencia llegaba a su destinatario, éste tenía que abonar una tasa fijada según el servicio que se le prestaba.
Curiosamente, el importe dependía de la distancia recorrida para hacer la entrega y no del peso de la carta; además, la tasa se abonaba en el momento en que se recibía la entrega y no cuando se enviaba. Esta medida, no del todo justa, daba lugar a numerosas discusiones por parte de aquellos destinatarios que no deseaban recibir tales entregas o que no podían pagar el importe.
ESTADO: Pendiente.
ESTADO: Pendiente.
ESTADO: Pendiente.
ESTADO: Pendiente.
ESTADO: Autorregalado.
ESTADO: Autorregalado.
ESTADO: ¡Tiene que ser ya, que lo subastan el 11 o 12 de abril!
NOTA: desde que escribí este post he variado un poco lo que quiero. Ya no quiero un modelo concreto, sino que cubran toda la oreja y funcionen para teles (no Bluetooth).
Esta es una de esas cosas que me da mucha nostalgia. Me gustaría poder rotular todas mis pertenencias con cintas adesivas en relieve, como ya lo hiciese Bart Simpson. Ya probé el nuevo Dymo electrónico y pese a su gran utilidad no me terminó de convencer. El antiguo tenía más charm, ¿no creeis?
Desde entonces nunca se cuando va a funcionar y cuando no. Si lo cargo y no lo uso enseguida, ya no funciona. Si lo uso un poco y luego lo paro, se le acaba la pila. En el mejor de los días, funciona una horita.
Esto se lo vi hace cosa de un año a un amigo y me enamoré. No tengo palabras para describirlo. Sólo se que lo necesito para vivir sin pesadillas. Lo puedes deformar todo lo que quieras y luego vuelve a su forma original (bueno, más bien a la de su caja, que esta masilla es informe). A la largo plazo se comporta como un líquido, a medio plazo como un elástico (es decir, que se estira) y a corto como un sólido (es decir, que también se puede romper). Mi mente no da para más... sólo puedo añadir que ¡lo quiero YA!
