Las vestiduras del diablo: breve historia de las rayas en la indumentaria

ESTADO: Pendiente.
PROBABILIDADES: escasas.
PRECIO: mucho caro.
DÓNDE LO VENDEN: Casa del Libro Iberlibro.

Este libro me ha parecido una maravilla, ya solo por el título. Habla del uso de rayas en la ropa a lo largo de la historia y cómo antiguamente solo las usaban los bastardos, las prostitutas, los lisiados y otros desechos de la sociedad. Un vestigio que queda de esto podría ser el clásico uniforme de rayas de los presos.

Parece ser que en la Edad Media la gente no se vestía como quería sino como mandaba su clase social. Vestir más profusamente o peor de lo que era habitual para la clase o el círculo al que uno pertenecía era un pecado de orgullo o una marca de envilecimiento.

¡Toma ya!

Lo malo es que debe de estar descatalogado y solo lo he encontrado en librerías de EE.UU. y con gastos de envío desorbitados: más caro que el libro en sí. El más barato que he visto sale por más de 40 eurazos. :_(

Basisieur, el despertador/cafetera

ESTADO: Autorregalado.
PROBABILIDADES: escasísimas.
PRECIO: unas 250 libras esterlinas (cuando lo acaben de hacer). La única ventaja que tuvo el Brexit fue que me ahorre muchos € con esta compra.
DÓNDE LO VENDEN: en la página de su creador.



Como se suele decir, esto ya se me había ocurrido a mí antes de verlo. Pero dado que ya hay alguien que se ha puesto con el coñazo de fabricarlo, me pongo en sus manos para convertir mis horribles sonidos de despertador en un agradable olor a café.

Por favor, daros prisa en comprármelo, que no sé si podré despertarme alguna vez sabiendo que esto existe y yo no lo tengo aromatizando mi cuarto por las mañanas.

Kyoso Remote Controlled Mop

ESTADO: Pendiente.
PROBABILIDADES: posible, no probable.
PRECIO: lo he encontrado por 22€
DÓNDE LO VENDEN: Japan Trend Shop

Antes quería uno de esos aspiradores que van solos pero la verdad es que no creo que sirviera de mucho en mi casa. Me imagino que acabaría atascado entre mis maulas.

Por eso me ha gustado esta otra solución. ¿Quién quiere tener que ir a rescatar a tu aspirador "inteligente" cada dos por tres? ¿No es mejor convertir la limpieza en un juego? ¡Y encima un juego que puedes practicar estando sentado!

¡¡Ayudadme a ser un fan de la limpieza!!

Reloj digital de pared con números en leds rojos

ESTADO: Pendiente.
PROBABILIDADES: debería ser algo fácil pero...
PRECIO: Desconocido.
DÓNDE LO VENDEN: Si lo supiera me lo hubiese comprado ya.

Parece una cosa muy sencilla de encontrar pero no os podéis imaginar cuánto tiempo llevo buscando este reloj sin éxito.

Lo que busco es exactamente esto:
reloj digital de números grandes (led o similar) en rojo. No debe ser muy gordo porque la idea es colgarlo de la pared. Por la misma razón tampoco sirve uno con cable. Quiero uno de los que brillan en la oscuridad, que no necesites alumbrarlo con una luz ni darle a ningún botón para ver la hora. Además preferiría que no tuviera opciones de fecha, temperatura, alarma y mierdas de esas: solo lo voy a utilizar para mirar la hora. Si no hay más remedio, acepto uno que tenga esas opciones, pero ocultas, es decir que no sea como el que aparece en esta página.

Parece fácil, ¿verdad? ¡Pues os reto a encontrarlo!

Maniquí articulado de madera para dibujo, tamaño real

ESTADO: Pendiente.
PROBABILIDADES: tengo que quitar este apartado.
PRECIO: entre 600 y 1000 $ (más gastos de envío). No lo he encontrado en €€€.
DÓNDE LO VENDEN: lo he encontrado en dos sitios, pero lo tendrán en más (supongo). Madison Art Shop y Dick Blick Art Materials.

Te voy a robar el novio y quizás al hijo.

¡Hijo, ven a sentarte en esta silla hecha de huesos!

Yo soy más de maniquí hombre, que ya tengo una maniquí mujer (de las de costura). Ayudadme a formar la parejita.

El niño no lo quiero (pero lo acepto también).

Mini Mobile Robotic Printer

ESTADO: ya no lo quiero.
PROBABILIDADES: cercanas a 0.
PRECIO: Se puede reservar por 199 $ (con los gastos de envío y un par de cartuchos de tinta -tendré que poder probarlo, ¿no?- se queda en 228,12 €)
DÓNDE LO VENDEN: ZUtA Labs.

Impresora 3D

ESTADO: Pendiente.
PROBABILIDADES: se puede soñar.
PRECIO: 299 $ + envío.
DÓNDE LO VENDEN: todavía en preproducción (la que pongo de ejemplo), pero se puede preencargar en Kickstarter.

El vídeo no me carga bien: https://www.youtube.com/watch?v=DNr9ogDYR-Q

El color más bonito es el negro.

NOTA: desde que escribí este deseo y lo solté en la red ha llovido mucho y han aparecido multitud de impresoras 3D más baratas. No le tengo especial aprecio a este modelo, cualquiera me sirve.

Kitt, te necesito

ESTADO: ¡Tiene que ser ya, que lo subastan el 11 o 12 de abril!
PROBABILIDADES: delirantemente escasas.
PRECIO: empezará entre 21.700 y 36.300 € (es una subasta)
DÓNDE LO VENDEN: Julien's Auctions.

Parece que David Hasselhoff se va a desprender de su Knight Industries Two Thousand, alias KITT. Aprovecha esta oportunidad de oro para hacerme un regalo. Prometo estar a tu disposición para llevarte donde necesites ir. Y lo haré aprovechando los cuatro mil sonidos que emite la consola de mandos. ¿Quién podría negarse?

Hijos de la hiperinflación

ESTADO: Pendiente.
PROBABILIDADES: posible (que no probable).
PRECIO: 29,90 € 
DÓNDE LO VENDEN: Ecoleccionista

Colección de billetes locos, locos, locos. Desde los 2500 dracmas griegos, que no parecen tanto, a los 100 millones de dinares yugoslavos.

Nunca te sentirás más rico que con estos billetes en las manos.





El lote incluye: Hungría. 1 Millón Pengo
Afganistán. 10.000 Afganis
Yugoslavia. 100.000.000 Dinaras
Grecia. 2.000 Dracmas
Bolivia. 100.000 Bolivianos
Croacia. 10.000 Dinaras
Croacia. 100.000 Dinaras
Tran-Dnestria. 10.000 Rublos
Turquía. 250.000 Liras
Brasil. 10.000 Cruzeiros

Cartas de prefilatelia

ESTADO: Pendiente.
PROBABILIDADES: posible, que no probable.
PRECIO: 49.90 €
DÓNDE LO VENDEN: Ecoleccionista

Se trata de preciosas cartas manuscritas escritas entre los años 1804 y 1844, antes de la invención del sello en 1850, con destinos como Madrid, Barcelona, Ciudad Real, etc.

Antiguamente, cuando aún no se habían creado los sellos, las cartas llegaban a su destino a través de un mandatario oficial. Cuando la correspondencia llegaba a su destinatario, éste tenía que abonar una tasa fijada según el servicio que se le prestaba.

Curiosamente, el importe dependía de la distancia recorrida para hacer la entrega y no del peso de la carta; además, la tasa se abonaba en el momento en que se recibía la entrega y no cuando se enviaba. Esta medida, no del todo justa, daba lugar a numerosas discusiones por parte de aquellos destinatarios que no deseaban recibir tales entregas o que no podían pagar el importe.